Estas actividades no requieren mucho espacio, por lo que se pueden llevar a cabo en lugares cubiertos hasta incluso de dimensiones reducidas.
¿Para qué sirven?
1. Estimulan facultades mentales como la deducción, expresión, imaginación, observación, etc.
2. Desarrollar cualidades psico-motrices como la actitud, el equilibrio, la coordinación, etc.
3. Introducir valores y hábitos como la organización del trabajo, el orden, el compañerismo, la importancia de compartir, etc., que serán útiles a lo largo de las diferentes etapas educativas y de la vida personal e individual del niño.
4. Aproximas a los niños al entorno cultural y valorar positivamente lo que sucede.
5. Mejorar la autoestima y autovaloración de los niños, que van adquiriendo poco a poco nuevos conocimientos y aptitudes.
La clasificación de estos juegos es:
- Juegos de expresión y comunicación. Estimulan la expresión, imaginación y gesticulación. Tienen la necesidad de interpretar o transformar un lenguaje oral en motriz o viceversa.
- Juegos de memoria-vocabulario. La palabra es lo más importante para este tipo de juegos. Suelen ser memorísticos.
- Juegos de conocimiento-razonamiento. Requieren un poco de inteligencia y deducción. Hay que desarrollar y hacer razonamientos rápidos para encontrar una solución o enigma.
- Juegos de atención-observación. Pone en juego la capacidad de concentración para identificar algo.
- Juegos de reconocimiento. Son perfectos para pasar el tiempo en ambientes reducidos. Se basan en la localización de posibles objetos que pertenezcan a una categoría concreta.
- Juegos de relajación. Son muy importantes, ya que gracias a ellos se calmará la excitación a los demás juegos.
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